Tiene caminos la tarde
que recorren en silencio
nuestras pasiones y penas,
nuestras sombras y recuerdos.
Y cuando a veces te pierdes
y miras hacia lo lejos,
solo ves oscuridad
porque te faltan los ecos.
Entonces, tú te detienes
y te acuerdas de unos besos
que dejaron en tu rostro
con calidez ciertos versos.
Y calmas tu sed de luz
para buscar esos sueños
que la palabra y su voz
hacen que vivas por dentro.
Tiene caminos la tarde,
caminos que yo recuerdo,
caminos, poemas vivos,
que en un susurro te ofrezco.
A María García Esperón, que recorre
los caminos de la tarde,
rompiendo la monotonía
con la emoción de los versos.