El río de ida y vuelta de Antonio García Teijeiro

viernes, 14 de enero de 2011

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Durante la Feria Internacional del Libro de La Habana, en el año de 2008, tuvo lugar un acontecimiento literario singular: la presentación del poemario El río va recitando, de Antonio García Teijeiro publicado por la Editorial Gente Nueva. No fue este solamente un libro hermoso entre los hermosos libros infantiles de una feria, sino una nostalgia y un encuentro vueltos palabra, ilustración y página. 


Con ilustraciones de Javier Dueñas, El río va recitando fue entregado por Antonio en una jornada de sol y memoria que después de algo más de dos años viene ahora recitando en la nostalgia y la encuentro que tenemos con la palabra-música, con la palabra-encanto del poeta gallego en estas páginas digitales.  

Así que no dudamos en pedirle que rebuscara en sus memorias para escribir de nuevo este recuerdo entrañable, que llevó al poeta de Galicia a Cuba y que lo lleva a afirmar hoy como ha afirmado siempre: "los niños cubanos se merecen todo".

Los niños se merecen todo. Todos los niños, todo. El río va recitando con su autor a Cuba y Antonio regresa a España y se trae esas palabras y esas sonrisas y con palabras y sonrisas nace el poemario Viene el río recitando

En entrevista con el periódico cubano Juventud rebelde, Antonio García Teijeiro expresó su sentir al entregarse a los lectores de la isla a través de su libro:

"Amo a Cuba profundamente. Amo al pueblo cubano. Siempre he querido demostrar mi afecto y en cuanto se presentó la ocasión decidí escribir un libro dedicado a unos niños y niñas que, estoy seguro, aman la poesía y son capaces de emocionarse ante la palabra literaria".

Con Enrique Pérez Díaz, el editor de Gente Nueva
La voz del poeta se emociona y emociona, se hace fluida y circulante, se filtra por las entretelas de las fronteras, vuelve y se devuelve para sembrar palabra, para crear lenguaje, para construir infancia y comunión entre pueblos que hace muchos años cantaron las mismas canciones, que fueron acunados por las mismas nanas y que cuando no tuvieron nada tuvieron, por lo menos (que es lo más), palabras.

Es fácil, dirán algunos, para los poetas volverse ríos y hacerse fuentes  convertirse en nubes y en sueños, volar, pestañear y amanecer lluviosos en Galicia y soleados en La Habana.

Pero desde la palabra de este poeta gallego, esa mágica cualidad de transformación y de sueño, de vuelo y de amanecida, es propiedad de todos.

Porque para Antonio García Teijeiro todos, pero todos somos poetas.
María García Esperón

Con Javier Dueñas, el ilustrador de El río va recitando

Los niños se merecen todo.
Con la tecnología de Blogger.